Más de 2.000 aficionados han vuelto a disfrutar de vídeojuegos y consolas de la década de los 80 y los 90, como el «Doom», el «Street Fighter II» o el «Pang», en Retromañía, un evento dedicado a la informática clásica, con el objetivo de difundir la cultura tecnología.

Con más de 30 años de historia, estos aparatos continúan atrayendo a cientos de apasionados del juego y la informática, ha explicado a Efe el profesor de Informática e Ingeniería de Sistemas de la Universidad de Zaragoza, Eduardo Mena, director de la séptima edición de este evento, organizado por la asociación Retroacción.

En coincidencia con la semana de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura en el Campus Río Ebro, Retromañía cuenta con una exposición donde se pueden ver ordenadores antiguos, como el MSX, que cumple 30 años, o varios Spectrum, curiosamente conectados a Internet, a pesar de ser de 1982.

No obstante, el espacio que más visitantes está atrayendo es, sin duda, el juegódromo, donde se puede volver a disfrutar de juegos de la nintendo o a la megadrive, además de otros de PC, como el «Duck Hunt», el «Rally Championship», el «Super Mario Bros» o el «Tetris», ha indicado.

En total, hay quince puestos para jugar, incluyendo tres máquinas recreativas, algunas con volante y pedales que, según ha explicado Mena, causan «furor» y «nunca están solas».

Este viernes, como colofón a esta cita, que cada año atrae a más aficionados, se celebrará la semifinal y final del torneo de Doom, el primer vídeojuego de disparos que popularizó el género y dio paso al actual «Call of Duty».

Tampoco ha faltado, como todos los años, el «retroconciertazo», realizado, en esta ocasión, con ordenadores conectados MSX de hace 30 años, pero con una capacidad sonora similar a la de los PCs actuales, ha explicado Mena.

«Intentamos cambiar la idea de que los aparatos antiguos son malos y los de ahora son buenos, porque no es así. Es una cuestión de tiempo. La play station 4 acabará pronto en nuestro museo», ha comentado.

Todo el material expuesto en Retromañía, perteneciente a la asociación Retroacción, corresponde a donaciones realizadas por personas que no han querido desechar este material.

Así lo hizo, por ejemplo, un señor que, la pasada Semana Santa, contactó con la asociación, para donar 700 «cacharros», guardados hasta ahora en un trastero, al que acudieron, según ha recordado, con una furgoneta» para recogerlos.

«No lo quería tirar y sabía que nosotros lo íbamos a cuidar y a utilizar para que la gente siguiera disfrutando de ello», ha manifestado

A lo largo de la semana, han asistido a esta cita de la informática alumnos de institutos de Zaragoza, así como los estudiantes de Ingeniería de la Universidad que han aprovechado los descansos, entre clases, para acudir al juegódromo.

También niños de generaciones recientes que, aunque era la primera vez que veían este tipo de consolas, se han divertido igualmente y ha habido que «arrancarle a tirones de los mandos», ha recordado.

«La lección que se aprende al visitar Retromañía es que los juegos u ordenadores antiguos siguen funcionando y divirtiendo a la gente», ha asegurado.

De hecho, muchos de los visitantes acaban desempolvando las antiguas consolas que tienen guardadas en un armario de su casa para volver a probarlas.